Humedales: en peligro por más de medio centenar de contaminantes químicos
Investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) han analizado los 140 humedales más importantes de España y ha encontrado restos de hasta 59 contaminantes químicos, procedentes tanto de la agricultura como de la actividad humana, con efectos nocivos sobre los organismos de la fauna y muy difíciles de eliminar del medio ambiente. Concretamente han encontrado restos de fármacos, de pesticidas, incluso drogas.
En el contexto de cambio climático, los humedales se
encuentran entre los entornos más amenazados. El incremento de la temperatura
media y también el cambio en el régimen de precipitaciones están llevando al
límite a estos espacios acuáticos que, además de ser entornos privilegiados
para la vida, en especial para las aves acuáticas, ofrecen unos servicios
ecosistémicos que ningunos otros sistemas naturales pueden aportar.
En qué
situación se encuentran los humedales
Los humedales se encuentran al límite con la sequía
actual. Hay regiones españolas en las que ha llovido la mitad de lo que suele
caer de media en un año. Pero, por si esta amenaza no es suficiente, estos
entornos acuáticos acumulan cada vez más sustancias contaminantes, fruto de la
actividad humana y de la multiplicación de los productos químicos que llegan al
medio ambiente.
Un equipo de investigación del Instituto de
Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC), perteneciente al Consejo Superior
de Investigaciones Científicas y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM),
ha identificado los 59 microcontaminantes orgánicos de diversas familias
químicas presentes en el agua de 140 Áreas Importantes para la Conservación de
las Aves y la Biodiversidad en España, zonas especialmente sensibles y que
cumplen un papel como bioindicadores.
Cuáles son los
contaminantes en los humedales que más preocupan
En este estudio, en el que también han participado
equipos del Instituto de Diagnóstico ambiental del Agua y la Sociedad Española
de Ornitología, se ha constatado que el insecticida cloripififós, el fármaco
venlafaxina y el perfluorado PFOS son los contaminantes que más preocupan a los
investigadores. El motivo no es otro que sus efectos sobre el organismo de las
especies de fauna que hacen uso de los humedales.
Concretamente, el cloripirifós, un producto
insecticida, tiene un efecto neurotóxico, que es persistente y bioacumulativo
en las especies de fauna. La venlafaxina, un fármaco antidipresivo, afecta a
los organismos acuáticos. Mientras que el compuesto perfluorado PFOS preocupa
por la elevada capacidad de bioacumulación en el organismo de los animales.
Estos productos, afirman los investigadores de la
UCLM que suscriben el estudio, proceden de la actividad agrícola que se
concentra en los aledaños de estos humedales. Y se han identificado a la
Campiña de Carmona (Sevilla), los Saladares de Guadalentín (Murcia) y las Hoces
del Turia y los Serranos (ambos en la provincia de Valencia), como los espacios
húmedos más afectados por este tipo de contaminantes químicos.
“La
contaminación química puede generar efectos nocivos cuando alcanza los
ecosistemas acuáticos, ya que supone la degradación del hábitat y la pérdida de
biodiversidad en los lugares más vulnerables”, afirma Rafael Mateo,
investigador de la UCLM y el IREC, y autor del estudio.
El estudio de estas 140 áreas de especial interés
para conservación de aves acuáticas y para la biodiversidad ha arrojado datos que
los propios investigadores consideran como “preocupantes”, en la medida en que
muestran cómo la contaminación ha alcanzados estos espacios que, en un
principio, deberían mantenerse relativamente a salvo por encontrarse más
alejados de la actividad humana que otros entornos.
Qué porcentaje
de humedales están afectados por esta contaminación
Los investigadores han comprobado que en el 84% de
las 411 muestras de agua recogidas había presencia de fármacos como la
venlafaxina, la carbamazepina o el tramadol. También se detectó cafeína y
nicotina en el 76% de las muestras analizadas, además de pesticidas, ésteres
organofosforados, compuestos perfluorados (componentes del Gore-Tex, teflón, o
de las espumas contra incendios, y utilizados en la industria agroalimentaria y
en productos de construcción y domésticos) y benzofenona (filtro solar usado en
cosmética y como aditivo en la industria del plástico). Un cóctel de químicos
emergentes contra el que resulta muy complicado luchar.
Del total de los 59 productos contaminantes
localizados en las aguas de los humedales, una quincena de ellos están
presentes en “niveles de alto riesgo para los ecosistemas acuáticos”, afirma
este equipo científico.
De la misma manera, con esta investigación se ha
podido indagar sobre el origen de estos contaminantes. Los contaminantes
proceden, en su mayor parte, de la actividad agrícola y urbana, aunque no
solamente, ya que los efluentes del tratamiento de aguas residuales también
llegan cargados de estos contaminantes emergentes. En las instalaciones de
tratamiento de aguas residuales todavía no se dispone de un sistema capaz de
eliminar toda la presencia de productos químicos, sobre todo los de última generación.
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